HOTEL ACTA SPLENDID BARCELONA, Barcelona

Mi estancia en el Acta Splendid fue agradable, aunque no sin algunos inconvenientes. La ubicación es inmejorable, cerca de estaciones de metro y del centro de la ciudad, lo que facilitó mucho mis desplazamientos. La habitación era moderna y estaba siempre limpia, pero el ruido de la calle fue algo molesto, sobre todo en las primeras horas de la mañana y tarde en la noche. Aun así, la comodidad de la cama y el detalle de la decoración hicieron que mi experiencia fuera mayormente positiva.

Mi estancia en Acta Splendid fue buena, pero tuvo sus altibajos. La ubicación es genial, cerca de las principales atracciones y del metro, lo que hace que sea fácil moverse. Sin embargo, el servicio en la recepción no siempre fue el mejor, con un par de interacciones un tanto groseras. Las habitaciones eran cómodas y bastante limpias, aunque me decepcionó que no había nevera en la habitación.

Mi estancia fue una mezcla de altibajos. La ubicación del hotel fue espectacular, a solo cinco minutos caminando del centro y de la Plaza Cataluña. Sin embargo, la habitación que me tocó era la más pequeña que he visto en mi vida, apenas tenía espacio para abrir mi maleta. El desayuno, aunque estaba bueno, se volvió repetitivo después de unos días.

Mi estancia en Acta Splendid fue bastante agradable. La ubicación del hotel es excelente, a poca distancia de La Rambla y otras zonas turísticas. Sin embargo, la habitación que obtuve era un poco pequeña y carecía de insonorización, lo que hizo que a veces se escuchara ruido de la calle. A pesar de esto, el personal fue excepcionalmente amable y el desayuno estaba muy bien surtido y delicioso.

Mi estancia en el Acta Splendid tuvo algunos aspectos positivos, como la limpieza impecable y la ubicación excelente, cerca de la Plaza Cataluña. Sin embargo, las interacciones con el personal fueron muy desagradables, ya que mostraron una actitud poco profesional y no ayudaron en varias situaciones que surgieron durante mi estadía. Este comportamiento me dejó una mala impresión de un lugar que, por otro lado, tiene potencial en una ciudad tan bella como Barcelona.